El no a Néstor Kirchner le costó caro. Santiago Montoya dejó de ser el jefe de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) pocas horas después de haber rechazado la posibilidad de ser candidato "testimonial" a concejal de San Isidro.
El desplazamiento de Montoya fue confirmado a lanacion.com por allegados al ahora ex funcionario y por fuentes oficiales. Montoya presentó su renuncia al cargo tras el pedido del gobernador Daniel Scioli.
Negativa y malestar.
El desplazamiento de Montoya fue confirmado a lanacion.com por allegados al ahora ex funcionario y por fuentes oficiales. Montoya presentó su renuncia al cargo tras el pedido del gobernador Daniel Scioli.
Negativa y malestar.
Ayer, en un comunicado que luego debió "corregir", Montoya había criticado en duros términos al Gobierno. Había acusado a la política nacional de haber "perdido la capacidad de escuchar a la sociedad, a los líderes opositores y a los distintos sectores sociales y productivos del país".
Además, había dicho que, aceptar una postulación por un lugar en el Concejo Deliberante de San Isidro para luego volver a su puesto en ARBA, implicaría "traicionar" a sus vecinos.
Segunda versión. La dureza de sus dichos, y el fuerte malestar que provocaron en Olivos, lo obligaron a difundir un segundo texto en el que intentó bajar el tono de sus definiciones. Allí se lamentó por "los malentendidos producidos a partir de las versiones sobre tal candidatura", pero luego ratificó tanto su rechazo a la postulación como su postura respecto de la política kirchnerista. "Insisto, y amplío, mi opinión autocrítica acerca de la política nacional y la necesidad de escuchar más a la gente", afirmó.
Al hablar de "autocrítica", incluyó al gobierno bonaerense. En el primer comunicado había endulzado al gobernador con el siguiente párrafo: "Estoy convencido de que Daniel Scioli es el líder que, desde este espacio político, tiene la mayor capacidad de escuchar y articular intereses políticos y sectoriales".
Déficit en la mira. Para justificar su rechazo a la candidatura, Montoya había dicho que, en su condición de titular de ARBA, se encontraba frente a "una complicadísima campaña tributaria, que se encuentra en su fase crítica".
Fuentes de la gobernación calculan en 12.000 millones de pesos el déficit de la provincia en 2009. Para cubrirlo, admiten que necesitan una ayuda esencial de la Casa Rosada.
*FUENTE: lanacion.com.ar
Además, había dicho que, aceptar una postulación por un lugar en el Concejo Deliberante de San Isidro para luego volver a su puesto en ARBA, implicaría "traicionar" a sus vecinos.
Segunda versión. La dureza de sus dichos, y el fuerte malestar que provocaron en Olivos, lo obligaron a difundir un segundo texto en el que intentó bajar el tono de sus definiciones. Allí se lamentó por "los malentendidos producidos a partir de las versiones sobre tal candidatura", pero luego ratificó tanto su rechazo a la postulación como su postura respecto de la política kirchnerista. "Insisto, y amplío, mi opinión autocrítica acerca de la política nacional y la necesidad de escuchar más a la gente", afirmó.
Al hablar de "autocrítica", incluyó al gobierno bonaerense. En el primer comunicado había endulzado al gobernador con el siguiente párrafo: "Estoy convencido de que Daniel Scioli es el líder que, desde este espacio político, tiene la mayor capacidad de escuchar y articular intereses políticos y sectoriales".
Déficit en la mira. Para justificar su rechazo a la candidatura, Montoya había dicho que, en su condición de titular de ARBA, se encontraba frente a "una complicadísima campaña tributaria, que se encuentra en su fase crítica".
Fuentes de la gobernación calculan en 12.000 millones de pesos el déficit de la provincia en 2009. Para cubrirlo, admiten que necesitan una ayuda esencial de la Casa Rosada.
*FUENTE: lanacion.com.ar